jueves, agosto 12, 2004

Valentín

Casi después de un año del estreno vi Valentín, la última película del cada vez menos asombroso Alejandro Agresti. Sin dudas que lo más sobresaliente es el pequeño Rodrigo Noya, y ahi se nota también la mano de Agresti, no solo el talento de Rodrigo basta, también hay que saber hacerlo actuar de esa manera. Creo que las mejores películas de Agresti son las de antes, en las que sorprendía sin pensar nada más que en seguir una linea. Ahora se notan otros intereses, pero bueno, son riesgos que hay que correr para llegar al gran público. No hay dudas que con Valentín lo logró. La mirada al mundo desde el niño es lo más interesante del film, también destaco su manera de situarse en el tiempo (Argentina sesenta y pico). Sin grandes caracteísticas de la época nos plantea muy bien los tiempos que corren, la llegada del hombre a la luna, la reciente muerte del che, algún que otro bondi, un fitito. No necesita nada más. Todo bajo la mirada de un niño al que la vida le sonríe muy poco. El que sonríe es él, y el público seguro que también, sonrié y se hace complice de un niño que a lo mejor no está muy lejos de la infancia de todos nosotros. Valentín fue una película de la que se habló mucho, mucho más de lo que realmente es. Por ahí puede convertirse en un mito, uno más. No es la mejor película de Agresti, pero Agresti es el mejor director que tenemos. Y lo digo sin miedo.

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