jueves, septiembre 16, 2004

El policía abrió fuego por la espalda contra el pescador, que estaba desarmado, con un arma tipo Itaka, impactando cuatro perdigones de plomo en el cuerpo de Rosendo Barberán, entre el abdomen y el pecho.
Lo que pasó antes, lo que se diga después estará fuera de contexto. Más allá del bien y del mal, esto fue otro caso de gatillo facil. Hay un culpable evidente, y un par de (ir) responsables lavandosé las manos. Por favor, no jodamos.

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