martes, junio 28, 2005

Televisión

El lunes por la noche desde las 23 me propuse ver Fox ya que se anunciaba American Dad-una nueva serie al estilo de Los Simpsons- y a continuación: The Simpsons, XVI temporada. American Dad no me gustó, como todo lo que se quiso parecer a la fabulosa creación de MATT GROENING- incluyendo Padre de familia, Los reyes de la colina y con la salvedad de South Park-, se queda en el intento. Es más, viendo American Dad llegué a la conclusión de que excepto The Simpsons ya nada del humor yanke me causa gracia. Si es que alguna vez me causó gracia algo. Ni Friends, ni Senfield, ni nada de nada que se le parezca. Al principio pensaba que como me pasó con los Simpsons tenía que ver con la falta de acostumbramiento. Que al cuarto o quinto capitulo todo tomaría forma y allí estaría yo entonces divirtiéndome como más de uno. Pero no, el primer episodio de American Dad ya me aburrió de manera tal que no sé si no lo abandono en el segundo.
Y así con todas las sitcom y con todo el resto del humor norteamericano. No me causa. Y no es que no lo haya intentado, lo intento lo intento y nada…Sin embargo el XV capitulo de noches de bruja de Los Simpsons (van uno menos porque comenzaron en la segunda temporada) confirmó mi teoría. A pesar del cambio en las voces (se preocuparon en que sean bien parecidas a las anteriores y lo lograron) sigue siendo el show de Homero y sus secuaces lo único del humor norteamericano que me saca una sonrisa. Y a veces suele llegar hasta la carcajada.
Larga vida a The Simpsons y a South Park por los siglos de los siglos. Estuve pensando quien sería The Beatles y quien Rolling Stones.

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