" Mi música es como estar solo en mi habitación contigo mismo. Es introspectiva de una manera tal que hace sentirse a algunas personas muy mal a gusto. La clase de gente que inmediatamente enciende la televisión cuando se encuentra sola no disfruta con mi música, los hace sentirse terriblemente incómodos" Nadie mejor que el mismo David Sylvian para definir su música, de otra manera sería imposible. Ni sus fanáticos más incondicionales pueden explicar la música de Sylvian, ni el efecto que provoca. Y él lo dice claramente: hay gente que se siente terriblemente incomoda con su música. Una anécdota. Hace un tiempo en Nocturama puse Blemish ( el tema) que dura casi unos 15' y me fui a comprar una cerveza a la vuelta. Como yo mismo opero el programa y mi novia también es operadora la dejé a cargo por ese pequeño lapso. Cuando regresé la pregunta fue inquisidora ¿ que es esto?. Mi novia no es de encender la televisión cuando está sola y su gusto musical es elevadamente bueno, pero desde esa noche cada vez que le nombro a D. Sylvian se puede sospechar en ella un pensamiento irreversible. Algo así como cuando Henrry Chinesky, el alter ego de Charles Bukoski, decía: no lo odio pero me siento mejor cuando no está, mi novia no odia a Sylvian pero evidentemente se siente mejor cuando no lo escucha. La melancolía es innegable en Sylvian, su voz agridulce la acentúa más. Y los climas que generan sus canciones son incomparables. Después de que dejó Japan ( 1982), el tipito se encerró en una cápsula para convertirse en el solista más solista e introvertido que jamás se haya imaginado. Ni siquiera Nick Drake ( mucho más colgado y depresivo que Sylvian) era tan hermético, tan claustrofóbico y personal a la hora de componer. Algunos hablan de monólogos al hacer referencia a las letras, sobre todo en Blemish ( el disco) donde se acentúa aún más ese sabor oscuro y melancólico conjugado con una belleza comparable solo con otro de sus discos: Secrets of the Beehive.Pero el solitario crooner no estuvo tan solo, al menos a la hora de la composición, ya que tiene exquisitos trabajos en conjunto con Ryuchi Sakamoto ( Bamboo Houses, Forbiden Colours) y Robert Fripp ( Gone to Earth, The First Day), en el primero Fripp es colaborador ; el segundo es un album compuesto por la dupla archi colgada Sylvian-Fripp.No entran e cien mil artículos las palabras para tratar de entender a Sylvian, un músico imposible de encasillar, como todos los que son únicos. Habrá quienes quieran encasillarlo en paupérrimas referencias como synth-pop pst-glam, pero no será más que otra imposible tarea. Como si quisiéramos- parafraseando a Frank Zappa- bailar de arquitectura.
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