Hoy quizás, habrá en Chascomús dos manos menos para el oprobio.
Dos manos menos que asesinen, diez dedos menos para el “piquete de ojos” a una víctima maniatada y golpeada, asustada hasta el límite de la agonía, luego llevada a la misma agonía, una y otra vez, hasta la muerte.
A veces sola, a veces frente a sus seres más queridos, a veces frente a sus hijos. O los hijos frente a los padres.
A veces, si es mujer, previamente violada , luego torturada y muerta. A veces, si es mujer y está embarazada, torturada en su vientre con electrodos que sólo lleguen hasta el feto, sintiendo ella sufrir al hijo en una maniobra considerada “selecta” por estos bestias.
Dos manos que priven de madre, que priven de padre, que priven al pueblo de líderes, de “cuadros”, a la abuela de nietos, al paciente de médicos, enfermeros...de maestro al niño...que nos impidan la vacuna del Sida, del Alzehimer, cuántos cerebros de Leloir, encéfalos de Milstein, desparramados en el piso de la tortura.
Dos manos menos para hacernos sufrir, a los que padecimos de alguna forma sus feroces ansias de sangre, dejando la herencia de resentimientos que acentúa la misma lucha de clases que estos tipos, llámense Saint Jean, Camps, Gordon ó Save, en ese orden, quisieron frenar (¿quisieron?) ó exacerbar, como desde los editoriales de “El Argentino” lo hacía la pluma de un ex peronista.
Hoy esta lucha se expresa nuevamente a través de los piqueteros , en Salta, en Entre Ríos, en Sta. Cruz, ¡en la Ruta 2! (mal que le pese a la burocracia de Atilra y a la Sra. Intendente) Hoy esta lucha tiene menos mártires que 30.000, tiene a Teresa Rodríguez, Aníbal Verón, Víctor Choque, Maxi Kosteki y Darío Santillán, por citar los mas conocidos. Hoy podemos defendernos, si el enfrentamiento es en una ruta. No te vienen a buscar de noche y en patota, los cobardes, armados hasta los dientes. Para eso es esta capucha (no es la que te ponían ellos, que no veías) y para eso son los palos. Y la muerte es a la luz del día, y hasta alguno de los asesinos vá preso (como Franchiotti).
Pero el que mataba y torturaba, figura en la Conadep y el C.E.L.S. con 300 “cargados” por su banda, y hoy muere, lo hace rodeado por su familia, y suavizado por la morfina que sus víctimas no tuvieron. Es una clásica oportunidad para aquellos que creen en un sentido de justicia divina, nosotros, por el contrario, sabemos que la muerte nos igualará a todos. La única diferencia serán este tipo de epitafios, la canción con que evocamos a nuestros desaparecidos, y el hecho, universal, de que no haya canciones para el verdugo.
Ricardo E. Chambers (testigo en causa La Salette, Córdoba)
DNI 10.854.215
Dos manos menos que asesinen, diez dedos menos para el “piquete de ojos” a una víctima maniatada y golpeada, asustada hasta el límite de la agonía, luego llevada a la misma agonía, una y otra vez, hasta la muerte.
A veces sola, a veces frente a sus seres más queridos, a veces frente a sus hijos. O los hijos frente a los padres.
A veces, si es mujer, previamente violada , luego torturada y muerta. A veces, si es mujer y está embarazada, torturada en su vientre con electrodos que sólo lleguen hasta el feto, sintiendo ella sufrir al hijo en una maniobra considerada “selecta” por estos bestias.
Dos manos que priven de madre, que priven de padre, que priven al pueblo de líderes, de “cuadros”, a la abuela de nietos, al paciente de médicos, enfermeros...de maestro al niño...que nos impidan la vacuna del Sida, del Alzehimer, cuántos cerebros de Leloir, encéfalos de Milstein, desparramados en el piso de la tortura.
Dos manos menos para hacernos sufrir, a los que padecimos de alguna forma sus feroces ansias de sangre, dejando la herencia de resentimientos que acentúa la misma lucha de clases que estos tipos, llámense Saint Jean, Camps, Gordon ó Save, en ese orden, quisieron frenar (¿quisieron?) ó exacerbar, como desde los editoriales de “El Argentino” lo hacía la pluma de un ex peronista.
Hoy esta lucha se expresa nuevamente a través de los piqueteros , en Salta, en Entre Ríos, en Sta. Cruz, ¡en la Ruta 2! (mal que le pese a la burocracia de Atilra y a la Sra. Intendente) Hoy esta lucha tiene menos mártires que 30.000, tiene a Teresa Rodríguez, Aníbal Verón, Víctor Choque, Maxi Kosteki y Darío Santillán, por citar los mas conocidos. Hoy podemos defendernos, si el enfrentamiento es en una ruta. No te vienen a buscar de noche y en patota, los cobardes, armados hasta los dientes. Para eso es esta capucha (no es la que te ponían ellos, que no veías) y para eso son los palos. Y la muerte es a la luz del día, y hasta alguno de los asesinos vá preso (como Franchiotti).
Pero el que mataba y torturaba, figura en la Conadep y el C.E.L.S. con 300 “cargados” por su banda, y hoy muere, lo hace rodeado por su familia, y suavizado por la morfina que sus víctimas no tuvieron. Es una clásica oportunidad para aquellos que creen en un sentido de justicia divina, nosotros, por el contrario, sabemos que la muerte nos igualará a todos. La única diferencia serán este tipo de epitafios, la canción con que evocamos a nuestros desaparecidos, y el hecho, universal, de que no haya canciones para el verdugo.
Ricardo E. Chambers (testigo en causa La Salette, Córdoba)
DNI 10.854.215
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