No había asistido antes a una clínica de guitarra, cosa que no es extraña ya que no soy guitarrista ni mucho menos. Un encuentro de este carácter igualmente es muy recomendable, sobre todo si se trata de dos grandes guitarristas como Daniel Telis y Miguel Botafogo Villanova.
El encuentro tuvo lugar el sábado pasado en Chascomús, en el Club 54 para ser más exacto, en el marco de los cuarenta años de rock argentino, organizado por la Asociación La Guitarra y auspiciado por la Secretaría de Turismo y Producción local.
Telis explicó algunas técnicas básicamente relacionadas con el rock duro, estilo Vai/ Satriani, y lo de Botafogo, como no podía ser de otra manera, tuvo que ver con el blues.
Más allá de lo estrictamente técnico, ambos músicos evidenciaron su enorme humildad a la hora de presentarse arriba y abajo del escenario. (Si hay algo que me irrita es cuando un grupete inflado por la prensa, con delirios de estrella, sube al escenario escondido y rodeado de patovas o policias.) Nada de eso, cuando un músico realmente es groso, no necesita hacerse el artista, porque lo es, y su virtuosismo lo demuestra sin vueltas.
Más allá de lo estrictamente técnico, ambos músicos evidenciaron su enorme humildad a la hora de presentarse arriba y abajo del escenario. (Si hay algo que me irrita es cuando un grupete inflado por la prensa, con delirios de estrella, sube al escenario escondido y rodeado de patovas o policias.) Nada de eso, cuando un músico realmente es groso, no necesita hacerse el artista, porque lo es, y su virtuosismo lo demuestra sin vueltas.
Luego de los dos set, invitaron a subir a músicos locales, allí estuvieron los hermanos Pablo y Francisco Nápoli junto a otro músico de La Plata, creo. La generosidad de Botafogo y Telis terminó de convencer a la audiencia de que estábamos en una fiesta.
¡Vamos por más noches como estas en el club y menos grupetes inflados que te afanan la guita sin elegancia¡ Si, es una clara alusión a lo que se viene.
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