miércoles, junio 06, 2007



Creía que las fotos de Macri y Michetti saludando por el triunfo electoral del pasado domingo, con la categórica disparidad de altitud, debido a la condición de la candidata a vice jefe de gobierno, había sido la más grande abyección de los últimos tiempos.
Sin embargo, ahora está palo y palo con el encuentro entre Tinelli y Ramón Díaz para incentivar, con una 4x4, a los jugadores de San Lorenzo.
Porque convengamos que en el fútbol el incentivo, ya sea para ganar o dejarse ganar, es asquerosamente anti deportivo. Tan anti deportivo como pedirles dinero a los jugadores para permitirles jugar. ¿Se acuerdan? Sucedió en 1999, el periodista Adrián Paenza realizó denuncias en la revista XXII y en el programa Día D; además la Fundación Fair Play, dedicada a la defensa de la transparencia en el fútbol argentino, denunció a Díaz ante el Juzgado Criminal de Instrucción N° 26 a cargo del juez Roberto Murature.
Díaz presentó la demanda por injurias y del caso nunca más se habló.
Cabe destacar que una demanda por injurias, cualquiera puede hacerlo con un buen abogado, no exime de culpas a nadie. Yo a Paenza le creo, su rectitud periodística y trayectoria lo garantizan. Y en todo caso: que Paenza sea un injurioso no quita que Díaz sea un corrupto, en un país donde faltan injurias y sobran corrupciones.




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