
¿Quién no se fue alguna vez casi llorando (o llorando) del cine luego de haber visto Crin Blanca o El Globo rojo? No debe existir ser en este planeta que lo haya logrado.
En el Cine Teatro Chascomús, encima de pasarlas (por lo menos) una vez por mes, lo hacían en continuado: una después de la otra. Uno tenía alrededor de ocho años y ya se castigaba con estos perturbadores experimentos cinematográficos “para niños”. En mi temprana adolescencia, ya en la secundaria, tenía una materia (todavía hoy deben estar tratando de saber que quisieron hacer con eso en el deprimente ICM) a la que llamaban “cine”, cuya profesora (una vieja muy chiflada) que por supuesto del séptimo arte no entendía nada, confundía y enseñaba a confundir a sus alumnos créditos con montaje. Adivinen que películas veíamos allí…se ganaron el primer premio. Efectivamente El Globo Rojo y Crin Blanca, entre otras. A que quiero llegar con todo esto, a que lean este artículo. Gracias por su tiempo.
Pdta: en la primaria de ese mismo colegio nos enseñaron la canción del Globo Rojo.
En el Cine Teatro Chascomús, encima de pasarlas (por lo menos) una vez por mes, lo hacían en continuado: una después de la otra. Uno tenía alrededor de ocho años y ya se castigaba con estos perturbadores experimentos cinematográficos “para niños”. En mi temprana adolescencia, ya en la secundaria, tenía una materia (todavía hoy deben estar tratando de saber que quisieron hacer con eso en el deprimente ICM) a la que llamaban “cine”, cuya profesora (una vieja muy chiflada) que por supuesto del séptimo arte no entendía nada, confundía y enseñaba a confundir a sus alumnos créditos con montaje. Adivinen que películas veíamos allí…se ganaron el primer premio. Efectivamente El Globo Rojo y Crin Blanca, entre otras. A que quiero llegar con todo esto, a que lean este artículo. Gracias por su tiempo.
Pdta: en la primaria de ese mismo colegio nos enseñaron la canción del Globo Rojo.
via (otros cines)
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