Lo que importa es lo que suena

Por Lucio Plorutti

Versátil. La mejor manera de definir el concierto. Libre de toda puesta en escena, el espectáculo era el quinteto californiano. Faith No More, una banda como ninguna. Se pasaron por todos los estilos con la plasticidad irónica que sólo a ellos los distingue, haciendo de la acústica una escultura sonora repleta de contrastes, rozando cerca a la más pura originalidad. Patton es el vocalista, el personaje, el frontman enigmático de este ecléctico ensamble. Con una presencia escénica digna de los grandes cantantes, todas las fichas estaban puestas en lo que haría con su voz. No defraudó. Como dirían los italianos, "mama mía!"; qué acrobacia hacen sus cuerdas vocales. Son un instrumento más en la banda, sin duda; aunque cuentan con el plus exlusivo de estar diciendo algo, por más aisladas que sean las frases. Expresan sentimientos, ideas y hasta el reflejo de la psiquis humana con toda su perplejidad. Aunque claro, según Patton, él hace más caso a la fonética que al sentido de cada palabra, lo cuál se entiende como una excusa ante los grandes escritores dado que su enfoque no es la poesía, sino el sonido. Atípicos para el rock, toman el escenario vestidos de traje blanco, con rosa incluída en el lado de su corazón. Sólo otro condimento a su ironía característica. Pero a pesar de su presencia pulcra, el espectáculo alcanza a ser tan extremo como el death metal y tan ecléctico como la definición de estilo que les pusieron; funk metal. Desde Epic hasta Last Cup of Sorrow o King For A Day, no dejaron nada al azar en su repertorio; dejando en soledad a los Die Totten Hössen que cerraron la noche del domingo 1 de Noviembre.

Si bien la voz de Patton dominaba la escena, fué complementada perfectamente por un ensamble ajustado y que, sin ir más lejos, tienen la misma experiencia y capacidad. Ya su ensamble denota algo atípico al rock, con Roddy Bottum y sus teclados. Bordin, un baterista decididamente original, es otra de las gemas que se destacaron en el recital. La versatilidad de Hudson en guitarra, y la consistencia de Gould en el bajo hacen de la alquimia de esta banda algo irrepetible y apuntado a un único fin, representar fielmente esa esencia que se diluye de sus partes como la transpiración que sólo un buen recital es capaz de justificar. Fué, sin dudas, una noche para recordar.

01. Reunited 02. From out of Nowhere 03. Land of sunshine 04. Caffeine 05. Evidence 06. Surprise you are dead 07. Last cup of sorrow 08. Richochet 09. Easy 10. Epic 11. Midlife Crisis 12. I Started a joke 13. The gentle art of making enemies 14. King for a day 15. A small victory 16. Ashes to ashes 17. We care a lot

Bises: 18. Collision 19. Digging the grave

Mike Bordin - batería Roddy Bottum - teclados Bill Gould - bajo Jon Hudson - guitarra Mike Patton - vocalista