miércoles, junio 09, 2010

Literal en la radio 2

Continuando con la línea editorial que se viene desarrollando por estos días, mediante la cual la única finalidad consiste en poner de manifiesto todo lo que sea necesario para desenmascarar al neófito locutor de la propaganda bandolera, hoy, pondremos en claro algunas cuestiones que a prestigio, dinero, dignidad y éxito se refieren. El presentador de hits de los ochenta, insinuó por ahí que desde este lado buscamos en su persona un enemigo. Y sin ponerse colorado alguna vez se le oyó decir, al pasar, que él era el Tinelli local y nosotros los Pergolinis. Porque pensar que nosotros pensamos eso, es indudablemente un síntoma de que lo piensa él. Y hasta en algún momento de lucidez nos recomendó leer un libro sobre el arte de la guerra. Cree que nuestra intención es rivalizar con él pero dice que no estamos a la altura de las circunstancias. Piensa que nosotros queremos que él nos nombre en su columna diaria donde, como decíamos ayer, sus supuestas críticas atrasan por lo menos veinte días en relación con los diarios e incluso, a veces también, con otras radios. Se imaginan ustedes nuestra desazón por no tener el privilegio de aparecer allí. Si hasta pensamos en un suicidio elegante. Pero por suerte ya lo superamos.
La realidad del embrollo es otra. El ochentoso señor de la calle Lincoln, que solo se sienta todos los días frente a un micrófono porque tiene que cumplir con pautas publicitarias, que no tiene onda ni para ir al baño, imagínense para hacer radio, se jacta de ser un exitoso hombre de negocios radiofónicos. Puede ser, si hablamos de propaganda lo único que sabe hacer es garronear publicidad como sea, para lo que sea y por lo que sea, viene de familia. Es solo propaganda berreta, antes era en un camión, más bien al estilo mercachifle, ahora es por la radio mediante el sorteo de una canasta, no fue mucho en verdad lo que se avanzó. No obstante le alcanzó para ponerse el disfraz de potentado, le queda grande obvio, y vanagloriarse de ser el hombre que más plata gana con publicidad. Se olvida que lo que tiene es un medio de comunicación, y un medio de comunicación debe estar atento a todo tipo de inquietudes culturales, deportivas, sociales; un medio de comunicación debe informar, opinar, pero opinar en serio, y por sobre todas las cosas, toda persona que esté detrás de un medio debe demostrar que está capacitado para hacerlo, y si no lo está, por lo menos tiene que demostrar ganas, trabajo, sacrificio, lucha. Les parece que eso se hace presentando siempre los mismos dos temas musicales, organizando siempre los mismos sorteos, jugando a ser el eterno locutor de la voz correctita. Ya no se lo cree nadie. Eso es solo pauta publicitaria remendada con nada. Ni si quiera logra lo único que siempre quiso hacer: publicidad. Pobres los auspiciantes que confiaron en la radio de la superchería. Es como que te vendan un simulador que no simula nada. Como esculpirle un anillo a la Venus de Milo. Sin embargo ahí está el hombre del jopo, hediendo la baranda del obtuso, retrocediendo años luz en cada paso que da. Jamás buscaríamos un enemigo así, como vamos a competir con alguien que está deseando que llegue el mediodía para dejar de presentar la próxima tanda luego de anotar los tres últimos números del documento del anterior participante. Nosotros venimos peleándola por La Rockola, nosotros luchamos por Costa Barcelona, nosotros sabemos que la plata va y viene, que el éxito es efímero, que la radio es cosa seria, y que la lucha dura toda la vida.

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