miércoles, junio 23, 2010

Literal en la radio 4 (fobal)

Con la tranquilidad del que se sabe adornado con la puntuación ideal, dos partidos seis puntos, permitiéndose, de esta manera, probar algunos muchachos que miraban desde los bancos, sale otra ves el gordo a la cancha para dar el toque final con los griegos. En frente un muro de concreto más macizo que la muralla china: Kyrgiakos, Vyntra, Papadoupolus, Torosidis y varios más que no vamos a enumerar por ser sus apellidos jeroglíficos inaccesibles. Y no vienen al caso, son una maraña inentendible, una maquina de no dejar jugar que hablando mal y pronto no coge ni deja coger, todos bajo las archidefensivas instrucciones del alemán Otto Rehhagel. Estos hijos de Sófocles son tan defensivos que defienden mal, o lo que es peor, el que mejor defiende es el arquero: Alexandros Tzorvas (el griego). De cualquier manera los argentinos no le podían entrar, ni Milito (volvé al antifútbol de José Mourinho) ni Agüero (este por lo menos intentaba) ni Messí, que por más que no convierta sigue siendo el mejor –de Argentina lejos- y creo que también del mundial. Por fin se ve un mediocampo bien armado, esto se debe a la incorporación de Mario Bolatti, un muy buen despliegue de Verón, y a saludables aciertos de Maxi Rodríguez primero y Di María después. Esta línea, en conexión con los acercamientos de los laterales Otamendi y sobretodo Clemente Rodríguez, intentó por algunos momentos profundizar mediante un efectivo juego horizontal que se vio empañado por irresponsables pelotazos productos de la impotencia generada gracias al candado que decidió cerrar, desde el vestuario, el seleccionado griego. En el Central Park Burdisso y Demichelis, el marido de Evangelina es cosa seria, si ya sé hizo el primer gol, ¡muy bien! (le rebotó en la mano a Milito), pero hablemos de su tarea como primer (marcador) central; ya van dos veces que se duerme en una zona donde no podes dormir la siesta, no en el puesto que tiene, primero contra los Coreanos (fue culpa del ensordecedor ruido de las vuvuselas, dijeron), y ahora con los griegos se cayó casi en el mismo lugar, menos mal que Samaras es malo. ¿No es momento de que el gordo haga algo con este señor? Sacarlo no estaría mal. La incorporación de Pastore en el segundo tiempo dio como resultado el mejor momento de la selección Argentina en lo que va del mundial. La última, ¿para que tener tipos como Milito (volvé al antifútbol de Mourinhio) si en caso de emergencia se rompe el cristal y está Palermo que hace goles, siempre? Ahora vamos hacia los mexicanos ya en octavos de final y, quien iba a imaginarlo, con grandes chances de seguir y llegar a la final. Como en el 86

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