jueves, febrero 10, 2011

Las Intermitencias del Xeneize

Columna breve boquense, dinámica e impensada



Se aproxima el clausura y una vez más el xeneize se dispone a abrir el juego. Julio Cesar Falcioni no da para la sorpresa: equipos defensivos (por lo general), “ordenados”, y mucho hincapié en lo físico. El contragolpe también puede ser de la partida. Pero más allá de la defensa cerrada y los volantes de contención, la presión por sobretodo en la mitad del terreno y el juego por demás vertical; el ex técnico de Banfield no podrá evitar armar un esquema para dos grandes jugadores de buen pie: Riquelme y Erviti. Walter Erviti es un jugador increíble, tuvo que sufrir algunos ninguneos típicos del mediocre fútbol argentino: cuando se fue a probar a River lo echaron descaradamente, y de San Lorenzo se tuvo que ir porque el antifútbol de Ruggeri no lo tenía en cuenta. Partió a México, allí Lavolpe, por fin, lo hizo jugar como corresponde, Passarella también hizo lo propio. Se tuvo que comer casi todos los puestos, jugo de 2, de 3, de 4, de 5, de 8, de 9...
En Argentina recién se lo pudo ver a pleno (con caños incluidos) en Banfield, sin duda hizo la diferencia en el taladro de Falcioni. Ahora lo pidió en Boca y lo tiene. Dios dirá si lo hace jugar bien con Riquelme. Un doble enganche no estaría mal, si es que somos un poco aventureros y pensamos en un Boca 2011 que se arriesgue a algo más que el insulso centro a Palermo. Cuando un mediocampo está poblado de buenos jugadores el estilo del director técnico pasa a segundo plano, ahí adentro nadie puede decirles nada, nadie puede enseñarles nada. Hora de jugar. Los nombres entusiasman: Bataglia-Somoza-Erviti- Riquelme. Puede ser interesante. Viene Godoy Cruz.

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