martes, marzo 22, 2005

Los Cafres

La primera vez que escuché a Los Cafres fue en 1994, en un programa de radio en la rock and pop conducido por Pablo Balat, no recuerdo el nombre del programa. Ya había sentido hablar de Los Cafres, sabía que era una banda de reggae en la que cantaba Guillermo Bonetto ( ex integrante de Los Pericos) a quien de vez en cuando veía repartiendo panfletos en recitales de reggae a los cuales asistía. En ese programa lo que escuché fue un demo que presentaban como adelanto de su disco debut próximo a salir. Igualmente sabía que la banda la venía remando desde varios años atrás, incluso cuando Bonetto estaba con Los pericos. El primer tema que escuché, o sea ese demo, se llamaba la llanura. Desde ese momento me pareció que encontraría en Los Cafres algo que hasta ese momento ninguna otra banda de reggae local me ofrecía, por lo menos de las que yo había escuchado. Era un sonido autentico reggae roots, me sonaba bien jamaica, como las bandas que yo escuchaba y estaba descubriendo por aquellos momentos: Black Uhuru, Culture, Steel Pulse, etc. Enseguida editaron el primer disco Frecuencia Cafre, y ahí el flash, la locura, ya está dije y dijimos todos, esta es la banda de reggae. Encima el disco estaba mezclado por Errol Brown, y en su boklet tenía excelentes comentarios de DR. DREAD “A veces cuando uno está encerrado en una oficina todo el día, todo lo que desea es respirar un poco de aire fresco. Cuando escucho todo el reggae que se hace hoy en día, realmente necesito un poco de aire fresco. Pero cuando escuché el primer albúm de LOS CAFRES sentí al fin un poco de aire fresco, al fin un poco del clásico "reggae roots" con ese ritmo y todos los tradicionales sonidos que tanto amo". Estaba todo dicho.
Este sonido continuó en Instinto, el segundo disco. Aquí seguía el reggae roots, el dub, el reggamufin “bien logrado”, las letras intensas, la armonía…
Instinto seguía por el camino de Frecuencia… no había defraudado en nada, al contrario, había fortalecido ese sonido Cafre del primer disco llevando a la banda al pedestal más alto del reggae roots. Por esa época vinieron a Chascomús, los vi tocaran en vivo ( ya los había visto en Obras con Israel Vibration, Black Uhuru y Yellowman), les hice notas para la radio – por entonces tenía un programa de reggae que se llamaba “Dredlocks Rasta”- hubo fotos, charla en un bar y muy buena onda. Mi vida con Los Cafres parecía ir viento en popa. Ni hablar de la felicidad que sentimos mis amigos y yo cuando editaron Instinto Dub, creo que lo gastamos hasta más no poder. Era una edición limitada que habían sacado por ¡¡¡¡¡ Musimundo¡¡¡¡¡ un amigo la adquirió. Obvio, hoy es una joyita inconcebible, creo.
Luego vino Suena la Alarma, con Capitan Pelusa a la cabeza y la partida de Gustavo Pilati ( hoy Nonpalidece). El alejamiento del guitarrista marco bastante el sonido de la banda, lamentablemente para mal. Las letras ya hablaban de cosas más argentinas Maradona por ejemplo, el sonido dejó de interesarme un poco y bueno, ya no era lo que era antes. Sencillamente no me lo compré. En Espejitos la cagaron mal. Ese comienzo folklórico no lo toleré, ya era suficiente, Pirata Colón y todo ese camino tan incierto me alejaron por un buen rato de Los Cafres. Alejamiento que hoy perdura, casi ni escuché el disco en vivo y más allá del corte el último disco es una incógnita absoluta para mis oídos. Este domingo vienen otras vez, están en la última noche del Chascomús rock. Por supuesto, ahí estaré, escucharé atentamente la buena nueva Cafre, convencido de que ya quedaron atrás los viejos buenos tiempos en el parque Rivadavia donde Roberto “El Robba” Razul y Adrián Canedo presagiaban una bonita historia.
rock

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