viernes, abril 22, 2005

Músicas

La historia de la música argentina tiene en su haber ciertos casos incomprensibles, ya sea por la ignorancia de las masas, o por la reacción extraña que puede causar en los oyentes ciertos artistas a los que se los llama populares. Humberto Vicente Castagna, quien se ha vinculado con el tango, la canción y ha tratado –con resultados negativos- de inventar un estilo (la bailanta) que con el tiempo se fue degradando por los excesivos intentos de popularización justamente, es un ejemplo claro y preciso de estos artistas.En lo musical a Castagna no se le puede criticar nada. O dicho de otra manera, no se le critica ciertos aspectos que en otros casos suelen ser blancos fáciles para humillar por completo a diferentes músicos. La historia de Castagna no lo permite. A los catorce años ya era profesor de piano, comenzó su carrera como pianista en orquestas de tango hasta que a mediados de la década del 60 se definió como cantautor.
Hablamos también de un compositor exquisito, tiene más de un tango interesante que jamás podrían haber compuesto sus contemporáneos, aquellos que aún hoy insisten en mantener vivo el legado que dejaron sus antecesores en materia de composición fracasando rotundamente. Humberto Vicente Castagna también es actor, aunque solo ha filmado una sola película memorable: Felicidades, del fallecido Lucho Bender. El resto de las películas en las que ha participado no son más que patéticos pasajes del tan irregular cine nacional. Aunque la trilogía del amor,(supervisada estrictamente por la dictadura del 76), estába comandada por quien es hoy uno de los mejores directores del cine argentino: Adolfo Aristaraían. Su vestimenta, muy cercana a lo cursi, ha sido siempre un elemento menor que lo ha caracterizado en sus conciertos. Más de una vez ha causado repulsión, pero convengamos que ese también es un estilo y merece el mayor de los respetos. Su personalidad ( aporteñada) y tanguera le ha facilitado su relación con las mujeres, habiendo pasado por su alcoba infinidades de ellas, lindas feas y de las otras. Castangna quiso hacer de la música de los setenta algo más que ese abanico de melodías caprichosas y pedorras que fue- fuera del rock- la música argentina en esa década. Indudablemente no lo logró, fíjense a lo que llegó la bailanta.
No caben dudas que a los 60 y pico es un músico digno de respetar.

rock

En concierto, 6 de mayo, Teatro Municipal Brazzola

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