El de Jaime sin tierra es un caso particular: todos sus ex integrantes tienen ( y tenían cuando la banda estaba en curso) otros proyectos. El primer baterista Lucas Cordiviola tiene un disco bajo el nombre Lucarda: Album de figuritas; el segundo baterista Javier Diz - con Jackson Souveniers- editó Pista Cero; el bajista y tecladista Juan Stewart ya va por su segundo disco solista: El silencio de las cosas; el cantante Nicolás Kramer hizo lo propio con su Robot bajo el agua; y ahora desde España Sebastián Kramer, el guitarrista, nos sorprende con lo que para mi ( y algunos otros también) será uno de los discos del año: La futura mirada del ex tenista. Hay una urgencia admirable en todos los ex Jaime sin tierra por estar permanentemente en contacto con la creación. Esto no sucede con todas las bandas claro está, es que JST fue la más original de los últimos tiempos. Es una pena que no sigan juntos, pero bueno, tenemos las aventuras de todos los ex para disfrutar.
De esas producciones, a la que más atención le presté fue a la de Sebastián Kramer, recientemente editada en Argentina por el sello Estamos Felices. También se la puede bajar de su blog, en el cual Kramer postea todos los pasos en que fueron compuestas las canciones que integran el flamante disco. Lo primero que rescato de La futura mirada... es que mantiene la escencia de JST pero con los rasgos personales del guitarrista. Nos lleva de paseo por viejos sonidos que remiten a Autochocador ( el mejor disco de Jaime) sin repetir la formula y cuidando hasta el detalle menos pensado. Canciones personales, oscuras, alegres, hogareñas - compuestas en algunos casos luego de escuchar un disco, ver una película o e un día libre por causa de algún malestar - se van sucediendo con la timidez característica de un guitarrista que se toma su tiempo para todo. La voz de Kramer que a veces recuerda a Daniel Melero (por la manera de cantar), aparece perezosa por debajo de guitarras acústicas o distorsionadas - me lo imagino en vivo haciéndolas sonar agachado desde los pedales -, bajos, baterías y colchones de sonidos ejecutados a veces por alguno de sus ex compañeros.
El tema que más me pegó fue Perdón, la letra es poética y directa a la vez:" perdón por las inclemencias que produje en el tiempo/ por veinte años de lluvia/ por eternos inviernos/ por no llevarte a ningún lado/ por prometerte secretos/ por no soltarte la mano/ sabiendo que estoy cayendo/ por arrastrarte conmigo/ al fondo de un mar inmenso". Da para hacérsela escuchar a una chica luego de mandarse alguna macana. Pedir perdón es algo bastante difícil, no por el hecho en si, sino por como se lleva a cabo.
Todas las canciones del disco están muy bien, en mi forma de ver noto algunas influencias de Mercury Rev en Elefantes, Lo difícil tiene una guitarrita a lo Cure y seguramente habrá disparadores varios que le sirvieron a Kramer de inspiración y que él mismo se encargará de mencionarlos en su blog. Creo que ya lo dije: uno de los discos del año
De esas producciones, a la que más atención le presté fue a la de Sebastián Kramer, recientemente editada en Argentina por el sello Estamos Felices. También se la puede bajar de su blog, en el cual Kramer postea todos los pasos en que fueron compuestas las canciones que integran el flamante disco. Lo primero que rescato de La futura mirada... es que mantiene la escencia de JST pero con los rasgos personales del guitarrista. Nos lleva de paseo por viejos sonidos que remiten a Autochocador ( el mejor disco de Jaime) sin repetir la formula y cuidando hasta el detalle menos pensado. Canciones personales, oscuras, alegres, hogareñas - compuestas en algunos casos luego de escuchar un disco, ver una película o e un día libre por causa de algún malestar - se van sucediendo con la timidez característica de un guitarrista que se toma su tiempo para todo. La voz de Kramer que a veces recuerda a Daniel Melero (por la manera de cantar), aparece perezosa por debajo de guitarras acústicas o distorsionadas - me lo imagino en vivo haciéndolas sonar agachado desde los pedales -, bajos, baterías y colchones de sonidos ejecutados a veces por alguno de sus ex compañeros.
El tema que más me pegó fue Perdón, la letra es poética y directa a la vez:" perdón por las inclemencias que produje en el tiempo/ por veinte años de lluvia/ por eternos inviernos/ por no llevarte a ningún lado/ por prometerte secretos/ por no soltarte la mano/ sabiendo que estoy cayendo/ por arrastrarte conmigo/ al fondo de un mar inmenso". Da para hacérsela escuchar a una chica luego de mandarse alguna macana. Pedir perdón es algo bastante difícil, no por el hecho en si, sino por como se lleva a cabo.
Todas las canciones del disco están muy bien, en mi forma de ver noto algunas influencias de Mercury Rev en Elefantes, Lo difícil tiene una guitarrita a lo Cure y seguramente habrá disparadores varios que le sirvieron a Kramer de inspiración y que él mismo se encargará de mencionarlos en su blog. Creo que ya lo dije: uno de los discos del año
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