martes, mayo 09, 2006

Club de Campo

Vengo sosteniendo a lo largo de este último tiempo que el tema club de campo se ha sobrevalorado de manera exagerada. Es así como -luego de la decisión de no aprobarlo- por parte de la mayoría de los concejales que sesionan en el HCD de Chascomús, la polémica aún hoy persiste. Habladurías varias de los charlatanes de siempre autoacreditados para el discurso barato, fueron llevando el tema a un lugar inesperado por la lógica que todavía se sostiene por el sentido común. Sentido que sabe distinguir un problema real de otro virtual o imaginario. En este caso no hay garantías serias de que realmente sea un problema.
Sin embargo, la situación ahora se lleva a tal extremo que: la UOCRA (delegación local) "marcha" al Concejo Deliberante para entregar un petitorio mediante el cual pretende recuperar los puestos de trabajo que caducaron ante la negativa de la construcción del club de campo.
Más allá de esta circunstancia, no se está haciendo un análisis del todo completo sobre el tema. Esto es solo una parte: se pierde la fuente de trabajo. Es un argumento completamente insuficiente para dar marcha atrás y decidir que si se construya el club. Desde que comenzó el conflicto este es el único punto por el cual se discute. No existe un fundamento lógico que explique porque el club de campo trae consecuencias saludables y redituables para la ciudad.
Miremos para afuera. Entre la década del 30 y el 40 aparecieron los primeros clubes de campo en el país (Tortugas, Higland Park, Los Lagartos, etc.) en el partido de Pilar, provincia de Bs As. Esta zona, además de ser pionera en proyectos de urbanizaciones cerradas, es el lugar donde se concentra la mayor cantidad. Se ubican en la periferia de la ciudad de Pilar y en los alrededores de las ciudades más pequeñas del partido (Manzanares, Los Cachorros, La Lonja, Villa Rosa). Existen alrededor de 180 urbanizaciones.
Consecuencia: urbanización e industrialización no controladas; predominio de las actividades de consumo sobre las actividades productivas; la vivienda y el suelo urbano considerados como elementos de especulación en tanto que el 30 % de la población de este partido no tiene un techo digno, y como si esto fuera poco, fuertes carencias en las cobertura de servicios de infraestructura básicos (agua corriente, desagües cloacales).
Pilar es un partido emblemático en cuanto a las ciudades privadas, pero deja mucho que desear en cuanto a infraestructura en general.
¿Nosotros estamos en condiciones de preocuparnos de manera exagerada por la construcción del club de campo? ¿Todos los ciudadanos vivimos en condiciones optimas? ¿A todos nos llega perfectamente el agua? ¿ Será realmente un beneficio para el turismo el club de campo? ¿Por qué todos los medios hablan de el club de campo y no de los comedores comunitarios que cerraron? ¿ Que beneficio les trae el club de campo a esos chicos? ¿ Qué garantías (de cualquier índole) me da a mi el club de campo? No estoy en contra del club. Solo considero un análisis más profundo del tema y menos agite, no se puede inflar tanto un tema menor cuando correlativamente existen otros mucho más importantes. Por más que se pierdan puestos de trabajo a los cuales el club de campo no garantiza ninguna continuidad.

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