
Un disco ideal para este frío otoño que nos está visitando, el nuevo trabajo del sueco Jay Jay Johanson es otra evidente ilustración de su gran energía vocal. No por esto estamos hablando de un cantante de heavy, más bien todo lo contrario. Su voz privilegiada nos endulza desde el primer track hasta el último, conmoviéndonos con magnificas melodías que sobrevuelan sonidos electrónicos que van desde el trip hop hasta el jazz estilo Miles Davis de la última época. A veces pareciera estar escuchando en Long Term Physical Effects Are Not Yet Known a un Portishead con voces masculinas. Este es el sexto disco de Johanson, el primero para Virgen, y en donde vuelve a sus raíces musicales, a tal punto que recupera bastante el sonido primario que logró en Tattoo, su primer álbum de 1999. Por esto último algunos hablan de una reiteración innecesaria, sin embargo esto no opaca las once canciones que seguro harán a este disco uno de los mejores del año. A ponerse los guantes, la bufanda, y a caminar despreocupados con Jay Jay Johanson en los oídos.
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