Ahora que la crisis financiera asota a todo el mundo, ahora que parece que las pestes, el fin de la raza humana, el exterminio absoluto: viene de los chanchos y los mosquitos, ahora que los barbijos- lo vaticinó Michael Jackson – nos mantendrán vivos algunos segundos más antes que las epidemias nos aniquilen, ahora aquí mismo nace un enjambre de “efe emes” descartables.
Un señor es dueño de una radio y pone otra que dice que es de otro. Otro señor dueño de otra radio, para aparentar que es más pija que el otro, pone otra y otro dice que es de él. ¿Sabías que acá atrás tengo una radio? Es un ordenador con cien mil GB que tiene un programa que lo mezclas con la chota y tenés 24 horas de música chota.
Y así Belgrano, de punta a punta, desparrama a troche y moche kilómetros de MHZ enlatados donde locutores acartonados por treinta o cuarenta mangos no se cansan de repetir palabras inocuas.
El sistema, la estructura, es simple, lineal. Uno pone la guita, alguien la tecnología, alguno rasca un par de auspiciantes, y fue. La radio no la hace nadie. ¿Para qué?
Y de esta manera aparecen las sucursales de las sucursales que se reproducen como piojos. Los bisses de los bisses. El juego es ver quien la tiene más grande.
Que no se enoje nadie por favor todo va con respeto pero es como dijo un amigo.
A Chascomús le faltan jugadores.
Un señor es dueño de una radio y pone otra que dice que es de otro. Otro señor dueño de otra radio, para aparentar que es más pija que el otro, pone otra y otro dice que es de él. ¿Sabías que acá atrás tengo una radio? Es un ordenador con cien mil GB que tiene un programa que lo mezclas con la chota y tenés 24 horas de música chota.
Y así Belgrano, de punta a punta, desparrama a troche y moche kilómetros de MHZ enlatados donde locutores acartonados por treinta o cuarenta mangos no se cansan de repetir palabras inocuas.
El sistema, la estructura, es simple, lineal. Uno pone la guita, alguien la tecnología, alguno rasca un par de auspiciantes, y fue. La radio no la hace nadie. ¿Para qué?
Y de esta manera aparecen las sucursales de las sucursales que se reproducen como piojos. Los bisses de los bisses. El juego es ver quien la tiene más grande.
Que no se enoje nadie por favor todo va con respeto pero es como dijo un amigo.
A Chascomús le faltan jugadores.
1 comentario:
Entre que a Chascomús le faltan jugadores y que su "hinchada" está alienada (como casi todas), a la "causa", la causa de los que quieren algo distinto (quizá como el Huracán de Cappa) se hace cada vez más difícil. Esa causa Pacho, esa que se hace cada vez más difícil, esa nos justifica, nos da la victoria (recordemos a Sarte quien alguna vez dijo "No hace falta tener esperanzas para actuar"). Un abrazo grande y muy bueno el blog!. Estaré presente!.
Juan Pedro.
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