jueves, agosto 20, 2009

El lenguaje correcto y su mala utilización

En una nota publicada el lunes en Clarín, en ocasión a la muerte del crítico de música Napoleón Cabrera, Federico Monjeau –otro excelente crítico- recuerda que Cabrera introdujo las formas del habla correcta en el mundo de la crítica. Sostiene Monjeau que para Cabrera todos los problemas empezaban con el mal uso del lenguaje. Es por eso que decidió cambiarlo definitivamente: comenzó a escribir, por ejemplo, que un pianista tocaba una sonata; en lugar de decir que interpretaba o recreaba. Cabrera fue un pionero en el buen uso de la escritura.

No todos los periodistas utilizan bien el lenguaje, ya sea para hablar de música o de otros temas. Pensemos, ahora que la cosa parece desinflarse, en la manera que se trató todo este tiempo el problema que se generó entre Chascomús y Lezama por la división del territorio. Todos los medios gráficos y de los otros, locales y nacionales, hicieron y hacen referencia a la “autonomía” de Lezama. En el año 2003 el Honorable Concejo Deliberante de Chascomús, por mayoría de votos, le da rienda suelta a la vecina ciudad para que pueda pelear a nivel provincial por su tan ansiada “autonomía”. Ese año se declara el año de la “autonomía”. Hasta hace un par de meses los lezamenses juntaban fuerzas ante la legislatura provincial en busca de la “autonomía” perdida bajo las huestes de una agrupación llamada: Comisión pro “autonomía” de Lezama.
Ya se explicó que de lograrse la creación del partido de Lezama –cosa que parece imposible a esta altura incluso a través de la ley marco- no sería este un partido autónomo porque como todos los demás pertenecientes a la provincia de Buenos Aires dependería de ella. Increíblemente se sigue hablando de autonomía y se seguirá hablando quien sabe hasta cuando. En medios gráficos, orales, en carteles, banderas, panfletos, en boca de funcionarios, políticos, vecinos, dirigentes, comisiones, asambleístas, etc.

Más allá de lo que se resuelva, amén de quien tenga razón, independientemente de lo que le corresponda a quien le corresponda, parafraseando al gran Napoleón Cabrera: todos los problemas empiezan con el mal uso del lenguaje.

No hay comentarios.: