miércoles, abril 20, 2011

Campeonato del vinilo


Es un hecho: está volviendo el vinilo. ¿O es que nunca se fue? Depende. Si nos fijamos en los maniáticos bajadores de música que no pueden dejar de llenar sus discos duros con toneladas de archivos encarpetados que jamás podrán escuchar completamente, llegaremos a la conclusión de que -para ellos- el formato en vinilo, si es que alguna vez existió, hoy es parte de una retórica tecnológica aparentemente obsoleta la cual nunca van a usar. Sin embargo, si tenemos en cuenta los miles de djs que siguen trabajando alrededor del mundo con discos de vinilo, los grandes melómanos coleccionistas que pagarían cualquier cosa por un disco de Frank Zappa o una edición en vinilo de los Smiths que contenga más canciones que en otro formato (sic High Fidelity), deberíamos especular con que esta manera de adquirir música jamás dejó de practicarse. En el campo de batalla combaten lo pragmático y rápido (con un sonido más o menos aceptable), contra lo rudimentario y poco manuable (con un sonido fidedigno donde se pueden oír una mayor cantidad de detalles y texturas).



Es decir: es interesante tener (gracias a Internet) en cuestión de minutos el último disco de nuestra banda favorita dos meses antes que llegue a las disquerías, o la discografía completa remasterizada de los Beatles por obra y gracia de Taringa y algún hosting como la gente; pero también tiene su encanto (y a esto no hay vuelta que darle) tocar con nuestras propias manos, por ejemplo, la edición importada en vinilo de “Blonde on Blonde” de Bob Dylan. La pregunta hoy sería: ¿qué queremos hacer con la música que conseguimos escucharla o simplemente almacenarla? Llegué a la conclusión que si bajamos música en razón de dos discos por día todos los días durante seis meses, es imposible escucharla toda. Salvo que en los próximos seis meses no bajemos nada y nos dediquemos solo a escuchar lo anterior. Pero…¿quién puede estar medio año sin bajar nada? difícil.



No obstante, para revolver un poco las neuronas e intentar revolucionar (en contra de los avances tecnológicos) la radiofonía pueblerina volviendo unos años para atrás, quien escribe junto al Sr L (mi nuevo compañero de aventuras los domingos a las 20 en el programa “Oigan” de FM La Rockola) nos adentramos en la no fácil tarea de pasar música en vinilo.





El Sr L trajo a la radio su Techcnics 1200 hogareña y luego de una hora abocados a la conexión de la misma ( donde se usaron consolas potenciadas y no, cables de audio de todos los colores, fichas mono, stereo, hembras, macho; en fin) pusimos en el aire un simple de Los Beatles (creo que era el lado A) en el cual se podía leer claramente en castellano: “frutillas”. Y así empezamos lo que dimos en llamar nuestro primer “campeonato del vinilo” con : Rolling Stones, Creedence, Faces, Los Super Ratones (en serio), ELP (from the beginning de Trilogy), Serú Giran (Bicicletas), Divididos (en su versión vinilo de “Amapola del 66”), y Gustavo Cerati (en su versión vinilo de “Fuerza Natural”) entre otros. El cierre fue a toda milonga con “Se dice de mi” de la imponderable Tita Merelo.



Estén atentos los escuchas de La Rockola porque vamos por más, en cualquier momento se viene nuestro segundo campeonato del vinilo. Por un buen rato nos metimos el disco rígido en el culo, lugar de donde nunca tendría que haber salido. Según algunos.

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