Bob Dylan Modern Times
Salvo aquella vez que enchufó la guitarra y le gritaron Judas, Bob Dylan nunca anduvo con vueltas. Nunca nada raro, nada que pudiera desentonar con su definido estilo, más allá de que -a lo largo y a lo ancho de su extensa carrera- supo visitar distintos géneros musicales, siempre le fue bien. Porque además de ser talentoso, supo reclutar en cada ocasión a los músicos indicados. Hasta cuando se metió con el reggae llevó a Sly & Robbie. Y así hubo discos más pop, menos radicales, más sencillos, indispensables, pasajeros, pero jamás uno malo. Demás está aclarar a esta altura que lo de Judas fue un acto de vandalismo por parte del público pisoteado y enterrado en el barro por el paso del tiempo.
Con Modern Times continúa en la línea de sus dos discos anteriores, el nuevo opus de Dylan es bien norteamericano, desde la portada (un taxi en plena noche neoyorkina) hasta su sonido cargado de blues, talkin blues, jazz melódico y por supuesto, folk.
Si tenemos en cuenta el orden de los temas, pareciera que Bob reservo los tracks pares para las mejores canciones, por lo menos en la primera mitad del disco. En Spirit On The Water ya nos deja disfrutar a pleno su voz gastada, cansada tal vez, pero siempre encantadora. Y deja salir del agua, en un jazz a penas sugerido, el espíritu de la guitarra de Django Reinhardt que volverá a aparecer más tarde en Beyond The Horizon. Al escuchar When The Deal Goes Down, nos dan ganas de estar bailándola con una bella dama, en un décimo piso, de noche, tras un enorme ventanal bajo la luz de Nueva York y las estrellas. Esta idea se la escuche decir a alguien pero con Sinatra. No importa es lo mismo. Cuando llega Workingman's Blues # 2 (la mejor canción del disco) una mueca muy cercana a una pequeña sonrisa de placer, nos hace entender que si, efectivamente sigue siendo Bob el que mantiene viva esa vieja locura de seguir haciendo buenas canciones disco tras disco. Y el final no podía ser de otra manera, contundente, emotivo y sencillo: Ain't Talkin, un talkin blues de la puta madre. Disfrutable de principio a fin, Modern Times se enfila como uno de los mejores discos del año. Y pensar que después de un lustro, solo son diez nuevas canciones de Bob Dylan producidas nuevamente por el viejo Jack Frost, (él mismo) que viste y calza.
Con Modern Times continúa en la línea de sus dos discos anteriores, el nuevo opus de Dylan es bien norteamericano, desde la portada (un taxi en plena noche neoyorkina) hasta su sonido cargado de blues, talkin blues, jazz melódico y por supuesto, folk.
Si tenemos en cuenta el orden de los temas, pareciera que Bob reservo los tracks pares para las mejores canciones, por lo menos en la primera mitad del disco. En Spirit On The Water ya nos deja disfrutar a pleno su voz gastada, cansada tal vez, pero siempre encantadora. Y deja salir del agua, en un jazz a penas sugerido, el espíritu de la guitarra de Django Reinhardt que volverá a aparecer más tarde en Beyond The Horizon. Al escuchar When The Deal Goes Down, nos dan ganas de estar bailándola con una bella dama, en un décimo piso, de noche, tras un enorme ventanal bajo la luz de Nueva York y las estrellas. Esta idea se la escuche decir a alguien pero con Sinatra. No importa es lo mismo. Cuando llega Workingman's Blues # 2 (la mejor canción del disco) una mueca muy cercana a una pequeña sonrisa de placer, nos hace entender que si, efectivamente sigue siendo Bob el que mantiene viva esa vieja locura de seguir haciendo buenas canciones disco tras disco. Y el final no podía ser de otra manera, contundente, emotivo y sencillo: Ain't Talkin, un talkin blues de la puta madre. Disfrutable de principio a fin, Modern Times se enfila como uno de los mejores discos del año. Y pensar que después de un lustro, solo son diez nuevas canciones de Bob Dylan producidas nuevamente por el viejo Jack Frost, (él mismo) que viste y calza.
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