Con el culo fruncido

Hace unos días nuestra querida ciudad de Chascomús fue visitada, según afirman fuentes responsables, por unos simpáticos amigos que dedican la mayor parte de su tiempo a esa vieja tradición que consiste en explorar los rincones más inhóspitos del eter. Bajo las apacibles aguas que costean los bordes de nuestro más preciado tesoro: las instituciones, estos amantes de los buenos modales y las reglamentaciones estrictas se cobijan bajo el calor de la sigla maravillosa: COMFER.

El comité federal de radiodifusión controla una gran cantidad de cosas, entre ellas controla que todas las radios que existan sobre el suelo argentino posean una licencia que las habiliten como tales, entre otras cosas controla eso.
Como sabrán, y si no lo saben se los comento al pasar, en Chascomús se pueden escuchar alrededor de diez radios (por lo menos). Entre tantas solo 3 dicen contar con la aprobación absoluta del COMFER, sin embargo antes de claudicar la clandestinidad igualmente funcionaban.

Hay otros casos, como el de nuestra queridísima Rockola, en los que la bendita licitación descansa en un bonito cajón esperando los últimos detalles para salir a relucir su tan buscada y preciada legalidad. Se puede decir que mientras tanto, carpetas y papeles de todos los colores de por medio, dinero también, la cosa va transitando su largo y sinuoso camino. Todas las radios que existen hoy, acá y en La Quaica, pasaron por lo mismo.

En el site del COMFER se pueden corroborar fácilmente las radios, según su zona de procedencia, que están en esta instancia. De lo contrario, de no aparecer en esta tranquilizadora lista de la página oficial del comité federal de radiodifusión, bueno, entonces sospecho que las radios que no figuran allí están en el horno.
Estos detalles, no inocuos, son los que tuvieron en cuenta seguramente los empleados asignados por el COMFER a la hora de darse una vuelta, denuncia de por medio, por nuestro pueblo.

Evidentemente hubo algunos tantos que tuvieron que apagar los equipos. Pero también hubo otros, justamente los que se jactan de ser los más legales –y en el mejor de los casos profesionales- que no les quedo más remedio que reducir la exagerada e ilegal potencia de sus transmisores. Está desmedida saturación es utilizada por los vivos de siempre para barrer con el resto de las radios y así poder escucharse solamente ellos en puntos estratégicos de la ciudad, en el centro bah.

Si usted vive en la zona céntrica y no puede sintonizar más que una sola radio- la de Bobi navita- o si vive en el acceso norte y se encuentra de golpe y porrazo que cualquier mediocre puso una radio y también se expande por todo el dial, sepa que están violando las leyes de radiodifusión, si amigos, licencia mediante o no, eso es ilegal.

Cuando hace unos días nos estuvo visitando la gente del COMFER a más de un radiodifusor se le frunció el culo, más de uno habrá tenido ganas de vivir en laguna seca.