Fobia en la cara se le noto al memorioso –gracias a la Internet o en su defecto a los pendrive- Alejandro Fabri cuando hace unos días en Estudio Fútbol Pagani sentencio: “lo del sub 20 es consecuencia de ese ridículo capricho de la AFA que consistió en darle trabajo a los pobres muchachos del 86”. En el súbito silencio de la mesa lo único que se oyó después fue un balbuceo entre los bigotes de Fabri justamente: “pasemos a otro tema”. Y así fue. Otro tema.
La cuestión es simple, en el mencionado programa futbolero de los mediodías de TyC Sport el único que se enardece en plantear discusiones serias es Horacio Pagani, como la mayoría de las veces tiene razón: o lo toman para el churrete o lo ignoran amilanados, desconcertados. No hicieron una excepción sus compañeros cuando después del bochornoso papel de la selección sub 20 en el sudamericano hubo que poner los puntos sobre las íes y hablar, con circunspección, sobre el checho Batista.
Los temas que se plantearon fueron ridículos (toda la semana allí y en otros programas). Que la concentración, que los hoteles, que si los pibes pasaban mucho tiempo con las notebooks, y naderías por el estilo.
Nadie se preguntó, salvo Pagani, porque el Checho fue a parar a ese lugar. La respuesta no es tan difícil: AFA arregló no hace mucho un combo donde los integrantes de todos los planteles de todas las selecciones pertenecen a cierto “grupo” con cierto “estilo” al que Pagani, periodísticamente ubicado en la vereda del frente, los llamó –generalizando- “los pobres muchachos del 86”. En el paquete, claro está, entran Batista, Maradona, Bilardo, y fundamentalmente como parte crucial del arreglo los hijos del mismísimo señor Grondona. Hasta hora el único que no pasó el peaje fue Ruggeri, pero no es definitivo, ¿dependerá todo de la salud del señor Savino?
No tendría nada de malo todo esto si no fuera porque, hablando puntualmente del sub 20, contrataron a un ex jugador que como técnico dejó mucho que desear.
Su experiencia: Bella Vista (Uruguay), Argentinos Juniors, Talleres, Nueva Chicago y Godoy Cruz. Nada de nada. Ah, fue ayudante de Ruggeri en el San Lorenzo 2005/2006, el que terminó casi último y se comió cinco con River y siete con Boca.
Los juveniles vienen con una trayectoria intachable de años de generar buen fútbol donde se proyectaron infinidad de jugadores gracias, en parte, a Pekerman y Tocalli.
Evidentemente el checho está en las antípodas, haber ganado la medalla de oro en Pekin con Riquelme, Meci, y Mascherano no nivela la balanza. En absoluto.
Es entendible la fobia en la cara de Fabri, es entendible el planteo de Pagani, lo que no se entiende a veces es como se maneja el fútbol en Argentina.
La cuestión es simple, en el mencionado programa futbolero de los mediodías de TyC Sport el único que se enardece en plantear discusiones serias es Horacio Pagani, como la mayoría de las veces tiene razón: o lo toman para el churrete o lo ignoran amilanados, desconcertados. No hicieron una excepción sus compañeros cuando después del bochornoso papel de la selección sub 20 en el sudamericano hubo que poner los puntos sobre las íes y hablar, con circunspección, sobre el checho Batista.
Los temas que se plantearon fueron ridículos (toda la semana allí y en otros programas). Que la concentración, que los hoteles, que si los pibes pasaban mucho tiempo con las notebooks, y naderías por el estilo.
Nadie se preguntó, salvo Pagani, porque el Checho fue a parar a ese lugar. La respuesta no es tan difícil: AFA arregló no hace mucho un combo donde los integrantes de todos los planteles de todas las selecciones pertenecen a cierto “grupo” con cierto “estilo” al que Pagani, periodísticamente ubicado en la vereda del frente, los llamó –generalizando- “los pobres muchachos del 86”. En el paquete, claro está, entran Batista, Maradona, Bilardo, y fundamentalmente como parte crucial del arreglo los hijos del mismísimo señor Grondona. Hasta hora el único que no pasó el peaje fue Ruggeri, pero no es definitivo, ¿dependerá todo de la salud del señor Savino?
No tendría nada de malo todo esto si no fuera porque, hablando puntualmente del sub 20, contrataron a un ex jugador que como técnico dejó mucho que desear.
Su experiencia: Bella Vista (Uruguay), Argentinos Juniors, Talleres, Nueva Chicago y Godoy Cruz. Nada de nada. Ah, fue ayudante de Ruggeri en el San Lorenzo 2005/2006, el que terminó casi último y se comió cinco con River y siete con Boca.
Los juveniles vienen con una trayectoria intachable de años de generar buen fútbol donde se proyectaron infinidad de jugadores gracias, en parte, a Pekerman y Tocalli.
Evidentemente el checho está en las antípodas, haber ganado la medalla de oro en Pekin con Riquelme, Meci, y Mascherano no nivela la balanza. En absoluto.
Es entendible la fobia en la cara de Fabri, es entendible el planteo de Pagani, lo que no se entiende a veces es como se maneja el fútbol en Argentina.
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