Ya estoy harto de que digan que la polémica por la división del partido de Chascomús es un problema que nos involucra a todos, como así también creo que es infructuoso querer comprometer a las nuevas autoridades del Concejo Deliberante en una contienda que se originó hace años (en 2003 dieron vía libre desde acá a la mal llamada autonomía de Lezama). El tema se sumerge dentro de una discusión provincial a esta altura patética, como también son patéticas las conclusiones de las dos partes del asunto (Chascomus –Lezama). Más que poner las bolas sobre la mesa hay que poner las neuronas en funcionamiento y así poder llegar –dialogando- a deliberar seriamente (de una vez por todas). A mí y a un montón de chascomunenses no nos representan (en absoluto) ni la cofip ni nada eso. Hay intereses mínimos en juego, tal vez algunos adhieran de ignorantes. Hay muchos que estamos lejos de ir a gritar a la ruta: ¡Chascomús Chascomús Chascomús! Porque repito: no nos representan.
2 comentarios:
Es curioso eso de la representación, porque desde luego la cofip no tuvo características de representación democráticas en su formación, simplemente en su proceder para los intereses del bien común de tanto Lezama como Chascomús. Ir o no ir a la ruta es otro asunto, que en sí nunca compartí mucho pero cuando la cosa se puso peluda terminé yendo también. Los concejales, desde 2003 hasta esta parte, todos hicieron la de Poncio Pilato desentendiéndose de un tema que es de suma importancia a nivel institucional. Pero lo peor es que se trató de una manera tan frívola y la división fué hecha tan meticulosamente que da lugar a grandes sospechas. Yo estuve en La Plata y ví con mis propios ojos a Prado (un agente inmobiliario) comandando a la policía, a la intendente y al presidente del concejo llevados de la mano a defender lo que les correspondía hacer por sí solos y a una multitud multicolor, ingénua como yo, queriendo evitar simplemente eso: que se divida Chascomús. Ahora habrá que estar atentos para ver quienes son los verdaderos artífices y beneficiarios de esta medida arbitraria y falaz.
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