Anarquismo de derecha

Serge Kaganski, en un artículo para Los Inrockuptibles sobre Hunter S. Thompson, a dos años y medio de su suicidio y en ocasión de la publicación local de Mescalito, exhorta que al creador del periodismo gonzo le gustaban las armas de fuego, la ropa de combate y todo lo referido a lo militar. A su vez, aclara que Thompson no toleraba a Nixón y considerando la desfachatez del periodista a la hora de escribir sus crónicas y su manera de vivir, Kaganski no titubea en encasillarlo como “anarquista de derecha”.

El anarquismo abarca un gran abanico de pensamientos, existen diferentes maneras de considerarse anarquista. En nuestro país desde principio de siglo XX con la llegada de italianos y españoles y hasta esta parte, el anarquismo a tomado diferentes formas, ha ido mutando según los años, tuvo y tiene simpatizantes de toda índole, desde Borges hasta Osvaldo Bayer, y por supuesto, cuenta aún hoy con afiliados incondicionales. Un destacado histórico puede ser Severino di Giovanni.
En la mayoría de los casos hoy el anarquismo no admite el régimen cubano, por no ser libertario y acercarse a una especie de totalitarismo de izquierda.
Cuba, sin duda, representa a la izquierda más absoluta de hoy día, el contraste del imperialismo norteamericano. Ser anarquista entonces y estar en contra de Castro, como el viejo Thompson pero a la inversa, engendraría lo que podríamos llamar anarquismo de derecha. O en su defecto anarquismo gonzo.