Todo concejal que haya quedadose en el tiempo, o que su presencia en esta realidad sea del tipo caricaturesco, no solo debería renunciar. Tendría -y debería ser un proceso natural- que desintegrarse por completo (como cuando moría un extraterrestre en la serie Los Invasores) y así dejar el campo libre para los que realmente merezcan tener su espacio, ya sea en el HCD, o en el planeta tierra.
De esta manera declaro mi apoyo al concejal Redreuello en esa idea de correr de su cargo público a la concejal (innombrable) que -por una cuestión familiar- tan imbécil como nefasta, defiende por enésima vez, la sangrienta dictadura que se llevo a cabo en nuestro país entre 1976 y 1983.
De esta manera declaro mi apoyo al concejal Redreuello en esa idea de correr de su cargo público a la concejal (innombrable) que -por una cuestión familiar- tan imbécil como nefasta, defiende por enésima vez, la sangrienta dictadura que se llevo a cabo en nuestro país entre 1976 y 1983.
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